La casa pasiva es un estándar de construcción que es realmente eficiente energéticamente, confortable, económico y ecológico al mismo tiempo.
Los dos principios básicos al construir una casa pasiva son: minimizar las pérdidas de calor y optimizar las ganancias de calor, principalmente a través de medidas estructurales. Esto reduce el requisito de calefacción y, por lo tanto, los costes de energía al mínimo.
Passivhaus no es una marca comercial, es un concepto de construcción internacional, estudiado, analizado y con excelentes resultados obtenidos en sus más de 20 años de experiencia y 25.000 edificios construidos bajo su sello.
Una casa pasiva consume 90% menos de energía de calefacción que un edificio convencional.
El consumo de energía de calefacción de una casa pasiva es de alrededor de 1,5 l equivalente de aceite de calefacción por metro cuadrado de espacio habitable y año, mucho menor que el de una casa de baja energía.
Ventanas especiales y una cubierta de aislamiento térmico altamente eficaz en las paredes exteriores, el techo y la placa base mantienen el calor de forma protectora en la casa. La casa pasiva utiliza las fuentes de energía en el interior, como el calor corporal de las personas o el calor solar entrante, lo que facilita mucho el calentamiento.
Además, el confort de vida en una casa pasiva se mejora significativamente:
Un sistema de ventilación asegura consistentemente aire fresco sin corrientes de aire, en el cual la recuperación de calor altamente eficiente hace que el calor del aire de escape esté disponible nuevamente. Las altas temperaturas de la superficie con bajas diferencias de temperatura en el aire de la habitación aseguran el confort térmico.
Las casas pasivas logran enormes ahorros de energía a través de componentes y tecnología de ventilación particularmente eficientes.
Es la alternativa inteligente para independizarse del aumento de los precios de las materias primas. Las casas pasivas se pueden construir en cualquier lugar, y los materiales de construcción para ellas están disponibles en todas partes. El principio más importante es el balance de energía.
El estándar de la casa pasiva es sostenible. Es por eso que se requiere en la decisión del Parlamento Europeo del 31 de enero de 2008 a partir de 2011 para todos los estados miembros de la UE. Además, el Parlamento Europeo y el Consejo decidieron el 17 de noviembre de 2009 que a partir de 2020 todos los edificios nuevos tendrán que ser 'edificios de energía casi nula', es decir, todos los edificios nuevos deberían poder consumir casi ninguna energía no renovable. La casa pasiva es la base ideal para esto, ya que no solo es económica, sino también cómoda y económica de implementar. Los componentes de la casa pasiva ya disponibles hacen que la construcción sostenible sea económicamente accesible para todos.
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